Religiones, Cristianismo y Pobreza en América Latina

En la cultura occidental, la pobreza ha sido una experiencia alrededor de la cual se han articulado distintos saberes que han procurado entenderla (y decir su verdad), se han establecido diversas matrices normativas que orientan el gobierno de los individuos que la padecen y se han promovido modos distintivos de ser sujeto en relación a ella. El cristianismo, lejos de estar ajeno a estas articulaciones, ha participado intensamente en ellas no sólo durante el último siglo, sino que por milenios. Para el cristianismo la posibilidad misma de un Dios justo y misericordioso, así como la de una comunidad verdaderamente creyente están en cuestión en la pobreza. Por ello, y sin perjuicio de la variedad de conceptos que ha utilizado, la pobreza es un asunto crucial para todo quien profesa esta fe.

Los conceptos utilizados y las acciones emprendidas por cristianos han sido relevantes históricamente para determinar el modo de pensar y actuar por los pobres. Desde comienzos del siglo veinte, una vertiente importante del pensamiento y de la acción católica latinoamericana dejaron de apoyarse en la milenaria caridad y convocaron a la justicia, con su referencia no sólo a la igualdad y a los derechos, sino también al cambio del orden social. Este catolicismo social no fue, sin embargo, el único en inquietarse por la situación de los pobres y, quizás, tampoco fue el primero en pensar su situación en términos de justicia. Quienes siguieron las huellas de Marx reivindicaron una nueva posición para los desposeídos por el capitalismo; quienes se esfuerzan por fortalecer el actual sistema económico plantean también sus remedios y han dado prioridad a terminar con la indigencia y aquellos, en fin, que han querido fortalecer la democracia y los derechos fundamentales defienden con ahínco políticas justificadas en la noción de justicia.

La justicia social o distributiva ha sido en el último siglo, el principal concepto organizador del pensamiento y la acción respecto de los pobres; pero, no el único. Las propuestas por terminar con la pobreza, de hecho, han ido acompañadas por una serie de “políticas públicas” (public policies) que, en ocasiones, ni siquiera refieren a ella. Para quien quiera actuar en favor de los pobres y terminar con la pobreza, es hoy fundamental conocer tanto los variados saberes disciplinarios implicados en dichas políticas públicas (y en su omisión), como las técnicas por las cuales proponen gobernar la pobreza tanto a nivel nacional como internacional. ¿Cuáles son las condiciones de posibilidad de los saberes que justifican las políticas públicas) para superar la pobreza? ¿Cuáles son las formas de gobernar promovidas por su implementación? ¿Qué tipo de sujeto se articula en estos saberes y formas de gobernar? ¿Qué otras prácticas culturales, fuera o incluso contra las políticas públicas, permiten comprender la pobreza hoy? Respecto de esta vasta y erudita empresa política secular, desplegada a nivel estatal y supraestatal, ¿Cuál es, si alguno, el lugar del pensamiento social cristiano? ¿Cómo puede el cristianismo hoy articular la milenaria inquietud por los pobres? ¿Qué alternativas se pueden vislumbrar desde distintas corrientes filosóficas tales como la filosofía de la liberación o la teoría crítica que se han ocupado incesantemente por el problema de la pobreza y la vida de los pobres?

PROYECTOS DE INVESTIGACIÓN ASOCIADOS

Bernales Odino, M. “Genealogía de la Pobreza en América Latina: Desde la Policía de los Pobres a la Cuestión Social”. Investigador Responsable. U. Alberto Hurtado, CISOC, 2019-2021

La presente investigación se orienta a identificar y analizar las bases conceptuales, gubernamentales y los procesos de subjetivización que permiten delinear la presente problematización de la pobreza en América Latina. Para ello reconstruye históricamente aquellas problematizaciones que la anteceden y en relación con las cuales, la presente emerge y adquiere su especificidad. Actualmente, el trabajo se concentra en el nacimiento de la policía de los pobres hispanoamericana que emerge del tenso encuentro entre la doctrina católica de la caridad y la nueva economía política, a mediados del siglo dieciocho. Desde allí delineará el problema de la pobreza tal como quedó delineado durante la primera mitad del siglo veinte.